Cuando nos hablan de la práctica del yoga y del pilates, rápidamente nos viene a la mente una serie de ejercicios cuyo propósito proporcionar beneficios tanto nuestra salud física como mental. Y sí, no vamos mal encaminados, pero si nos adentramos aún más en estas dos disciplinas, que cada día siguen ganando más adeptos en nuestra sociedad, quedaremos gratamente sorprendidos y entenderemos el porqué de su vigencia y actualidad.
El yoga es una disciplina física y mental, con miles de años de antigüedad y originaria de La India, que cuenta con numerosas escuelas o doctrinas. Su propósito es conectar el cuerpo, la respiración y la mente utilizando, para ello, diversas posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación, para mejorar la salud de los individuos.
El yoga proporciona numeroso bienestar, tanto a nivel físico como mental. Y es que, como recalca Eva Senderos, instructora de esta disciplina en el Centro Deportivo Amanecer, “lo mejor, es conocer el yoga y aprovechar el bienestar que proporciona”. Entre los beneficios físicos, y como asegura Eva, podemos enumerar “un trabajo muscular a nivel de articulaciones y en la estructura de los órganos. Todo lo que son los ejercicios como las posturas, los asanas, como lo llamamos en yoga, lo que te proporcionan es una apertura, una expansión en el cuerpo para que la persona conozca sus tensiones, sus bloqueos y sepa gestionarlas con las posturas, con la respiración y, sobre todo, con la conciencia. Siempre digo que lo importante es tener la conciencia en el cuerpo, el saber qué es lo que está pasando y, a partir de ahí, aprovecharse de todos los beneficios que tiene su práctica”, apostilla Senderos.
Yoga para mejorar nuestra respiración, presión arterial, frecuencia cardiaca y descanso
Nuestra instructora de Yoga hace hincapié en el papel fundamental que juega la respiración, “una respiración que te proporcione bienestar y te nutra, porque la mayoría de las personas no hacen bien la respiración, hacen una especie de respiración para sobrevivir, cuando lo realmente importante es vivir con la respiración”. Además, el yoga permite reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
Además de los placeres físicos, el yoga proporciona, a quienes lo practican, numerosos beneficios a nivel mental, ya que consigue llevar la atención a la parte del cuerpo que se trabaja y, junto con la respiración, permite mantener a la mente como en un paréntesis. Es aquí donde entra en juego “la meditación, el control mental, trabajar con ese ruido, con esos pensamientos que nos acechan y, como a través del silencio, poder gestionarlos. Hay muchas formas de trabajarlos, ya sea a través de los sonidos de los mantras, los ejercicios de visualización, llevar la atención a los chacras o centros energéticos, etc”, afirma Eva, quien reconoce que, en sus clases, le gusta mucho “la variedad, introducir la parte física, los ejercicios de meditación y, normalmente, acabar con la relajación”.
A la pregunta de a quién van dirigidas las clases de yoga, Eva afirma, sin titubear, que pueden acudir a ellas cualquier persona, “ya que no hay distinción ni por edades ni por problemas físicos, ya que el yoga se adapta totalmente a cualquier individuo, de ahí que sea flexible”.
Además, continúa, el yoga es una actividad idónea para aquellas personas “que quieran experimentar un acercamiento a uno mismo, tener esa curiosidad, adquirir unas técnicas que nos van a ayudar en el día a día para experimentar un bienestar, disfrutar de nuestro cuerpo, de una mente tranquila, sin estrés, a conciliar mejor el sueño y mejorar físicamente”, incide nuestra instructora.
El pilates, por su parte, es un sistema de acondicionamiento físico, creado a comienzos del siglo XX por Joseph Pilates, con el objetivo de equilibrar el cuerpo y la mente. Pilates desarrolló su método a través de los numerosos conocimientos que adquirió basados en el yoga, la kinesología y la gimnasia, de tal manera que creó “unos movimientos naturales para coordinar cuerpo, mente y espíritu y que llamó el arte de la contrología”, asegura Beatriz San Segundo, monitora de Pilates del Centro Deportivo Amanecer.
Control, precisión, respiración y fluidez, claves en el pilates
Y es que el control es el primer principio del pilates. Como recalca Beatriz, “no se realiza ningún movimiento sin haber controlado antes el movimiento. Al alumno se le enseña a ejecutar el movimiento junto a otro de los principios que creó Pilates, el de la precisión. Y al control y a la precisión le añadimos respiración y fluidez para que sea un ejercicio sano. Es por eso que los traumatólogos y fisioterapeutas lo recomiendan como rehabilitación tras una operación o lesión”, apunta.
En ocasiones, hay personas que no siempre saben bien qué diferencia al pilates de otras actividades como el yoga. Beatriz enumera cuáles son las principales diferencias entre una y otra:
. Respiración diferente: En pilates es intercostal, posterior y diafragmática. Se basa en subir la respiración a la zona de las costillas.
. Las clases de pilates son fluidas y dinámicas. El alumno sale de la actividad trabajando todo el cuerpo, es una tonificación muscular a nivel general y no se hacen movimientos cortos o repetitivos, como sucede en el gimnasio. Aquí, el movimiento es fluido, largo y preciso.
Y, en cuanto a los beneficios que el pilates proporciona a todas las personas que lo practican, además de la tonificación muscular reseñada, el pilates aumenta la movilidad articular, el riego sanguíneo es continuo y aumenta la capacidad pulmonar, “ya que los ejercicios están diseñados con una respiración y acción acordes con el movimiento, además de un control lumbopélvico”, destaca San Segundo.
Yoga y pilates en el Centro Deportivo Amanecer para mejorar nuestra salud física y mental
“En pilates”, continua Beatriz, “los alumnos aprenden a moverse para desarrollar sus movimientos cotidianos de forma ordenada y precisa, sin llegar a pensarlo, porque se automatizan. Con ello, aumentamos el control y la concentración para ejecutar los ejercicios con precisión, disminuyendo así el estrés psíquico y muscular”, apostilla.
Al igual que ocurre en yoga, las clases de pilates van dirigidas a cualquier tipo de persona, desde adolescentes a gente más mayor y, en concreto, “aquellos que tienen dolor articular, de espalda, de cabeza, fatiga y cansancio continuo, etc. Lo que conseguimos con el pilates es descomprimir las vértebras, conseguir una mayor elasticidad en los movimientos y, así, eliminar enfermedades relacionadas con el sedentarismo, porque el pilates se amolda a cualquier tipo de lesión o patología, hernia cervical, lumbar o dorsal, etc”, subraya Beatriz.
Y en cuanto a la dinámica de las clases, nuestra monitora señala que los bloques en los que se dividen tienen un motivo por el cuál hacerlo: “crear más fuerza o más elasticidad y potenciar la respiración. Son movimientos fáciles en los cuales la persona vuelve a conseguir aquello que tenía antes, el irse de la clase con mayor elasticidad y movimiento”, concluye Beatriz San Segundo, quien, al igual que Eva Senderos, anima a todas las personas que quieran cuidar su salud física y mental a acudir a las clases que se imparten en el Centro Deportivo Amanecer.
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