¿Cómo debe ser una alimentación saludable para los niños?

Un estudio reciente de la Fundación Gasol ha puesto de relieve un dato que, cuanto menos, es preocupante y nos debe poner a los adultos en alerta. Y es que el 35% de los niños y adolescentes de España, entre los 8 y 16 años, tienen sobrepeso u obesidad. Esta cifra es sinónimo del abandono de los hábitos saludables en una parte importante de nuestros jóvenes, liderando a España, y no para bien, entre uno de los países de Europa con la tasa más alta de obesidad infantil.

¿Cómo hemos podido llegar a estas preocupantes cifras?, ¿Qué variables han incidido para que a pesar de la “dieta mediterránea”, que supuestamente seguimos en España, muchos de nuestros niños no alcancen un mínimo de índices saludables?, ¿no llegan nuestros jóvenes a los mínimos recomendados de actividad física diaria?

A esta y a otras cuestiones, relacionadas con la alimentación, respondieron la nutricionista Beatriz de Diego y el reputado chef Martin Goldman, de Compass Group y Scolarest, quienes en una visita reciente al colegio Amanecer de Alcorcón charlaron con las familias sobre hábitos de alimentación saludables en los niños.

La obesidad infantil la determina el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios

Beatriz destacó que la cuestión de la obesidad “no está solo ligada a unos malos hábitos de alimentación. De hecho, poco a poco, se están recuperando los buenos hábitos. Hay que tener en cuenta otras variables, como afirman estudios recientes, que influyen también, como es el llevar un estilo de vida relacionado con el sedentarismo”. Y sí, estos últimos estudios aseguran que nuestros niños y jóvenes prefieren pasar más tiempo delante de la pantalla de un dispositivo electrónico que practicar el deporte mínimo diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (60 minutos al día los siete días de la semana). Por lo que la ecuación, en este caso negativa, encaja. Hay que prevenir la obesidad desde los primeros años del niño.

Para empezar, habría que definir qué es, exactamente, la alimentación saludable, Beatriz la define con tres parámetros: “Equilibrada, variada y moderada”, a lo que Martin añade un componente “emocional, que tiene que ver en cómo recibes y percibes esa comida, cómo la disfrutas. Y ahí los niños, poco a poco, asumen la responsabilidad de alimentarse mejor”, apunta.

Entonces, ¿qué es lo que no debe faltar en la alimentación de un niño?, “Nada, no debe faltar de nada”, asegura con rotundidad Beatriz, quien incide en que “todos los alimentos tienen, de por sí, una aportación saludable a la dieta. Podemos girar en torno a vegetales, legumbres, frutas, pescados azules, grasas saludables…pero no excluir de manera sistemática nada de la alimentación”, a lo que Martin afirma que “los menús deben ser lo más inclusivos posibles y que tengan un aspecto fructífero y agradable para el niño, con la introducción de nuevos alimentos como cereales, algas, etc”.

La cuestión, más que eliminar ciertos alimentos para completar una dieta saludable, sería tener claro qué es lo que debemos controlar. “Por ejemplo, la sal”, manifiesta Beatriz, “consumimos el doble de gramos al día recomendados (4 gramos en un niño) y esta se puede sustituir por especias o una buena condimentación en la cocina. Ojo también con las grasas saturadas perjudiciales y con el consumo excesivo de azúcar. Debemos controlar el aporte calórico que hacemos a nuestra dieta. En definitiva, no es tanto qué alimentos ingerimos, sino tener en cuenta pequeños guiños de cómo elaboramos esos alimentos y cómo hacemos la elección de la cesta de la compra para que sea lo más equilibrada posible”. Martin, por su parte, considera que a los niños “no se les debe imponer, sino convencer y que ellos mismos sepan qué alimentos son beneficiosos en su dieta. Que asuman el reto y tomen consideraciones positivas para su salud”

¿Es la dieta mediterránea un estilo de vida?

¿Quién no ha oído hablar de la famosa dieta mediterránea?, ¿es un tipo de concreto de alimentación o abarca incluso un estilo de vida saludable? Beatriz argumenta que es “un patrimonio de la humanidad, ligado a una vida muy saludable, pero lo importante es no perder esa tradición de cómo nos veníamos alimentando desde hace años, porque la tradición de los alimentos que están presentes en la dieta mediterránea es la garantía de una buena alimentación. Digamos que es como una mezcla de dieta mediterránea y de cultura gastronómica mediterránea”. Martin asiente con la cabeza las palabras de su compañera y señala que la dieta mediterránea tiene otros dos matices más, “uno como estilo de vida, social y otro relacionado con el factor climatológico”.

Otro de los temas que más controversia ha levantado, y sigue levantando, es el de las famosas “cinco comidas al día” para una correcta alimentación. Para responder a ello, Beatriz esgrime que nuestro metabolismo “funciona como cuando somos bebés. Hacer pocas comidas al día, espaciadas y desordenadas en cuanto a cantidad y horarios, es sinónimo de mala alimentación”. Martin refuerza esta afirmación y recalca que “es muy importante respetar los horarios de las comidas para que el organismo se adecue y funcione adecuadamente. Es, sin duda, uno de los hábitos más importantes a educar en nuestros niños, porque es garantía de éxito en el futuro”, subraya.

Y llegados a este punto, ¿cuál es la comida del día más importante que deben realizar los niños? Beatriz lo tiene claro y asegura que, para ella, “además del desayuno, la comida más importante del día para los niños es el almuerzo de media mañana porque es el que va a marcar todo el comportamiento alimentario, así como el reparto de calorías y nutrientes a lo largo del día. Si no hacemos un buen almuerzo o una buena merienda e ingiero demasiadas calorías en esas comidas, ni la comida ni la cena, que son junto al desayuno las comidas principales de la jornada, serán las adecuadas. Y esto, hay que educarlo también en los niños”, concluye la Responsable de Nutrición de Compass Group.