El comienzo de un nuevo curso escolar supone nuevos alicientes y retos para los alumnos, en especial para aquellos que han cambiado de centro y llegan a un nuevo colegio. Nuevas asignaturas, nuevos métodos de aprendizaje, nuevas rutinas, nuevos profesores, nuevos compañeros, nuevos amigos… todo ello requiere de un proceso de adaptación, que no siempre es el mismo en cada alumno.
Con el fin de facilitar esta adaptación, acogida y acompañamiento de los nuevos alumnos, así como para el resto de alumnos que afrontan un nuevo curso, el colegio Amanecer puso en marcha, hace ya varios años, numerosas acciones y dinámicas de cohesión de grupo, un plan de acogida, convivencias fuera del aula y otras actividades que se llevan a cabo hasta el segundo trimestre del curso escolar. Todo ello, está englobado dentro del Plan de Convivencia del colegio.
Tutores y profesores, determinantes para la adaptación de los alumnos
El objetivo, como afirma la Jefa de Estudio de Primaria Remedios Delgado, es “facilitar la adaptación de los alumnos a la dinámica del centro y al grupo de clase nivel. El tutor designa alumnos ayudantes dentro de cada grupo para que los nuevos alumnos se sientan acompañados y les ayuden a incorporar los hábitos organizativos, además de disfrutar del ambiente, del compañerismo y del juego”, subraya.
En esta fase, el papel de los tutores y profesores es determinante para la rápida adaptación de los alumnos a la dinámica de las clases. Para ello, programan una serie de actividades muy variadas durante los primeros meses de curso, para que los alumnos se conozcan entre sí, adquieran confianza y se genere un buen clima dentro del aula, siendo principios clave el respeto, la colaboración y la solidaridad.
David Martí, profesor de Primaria de nuestro colegio, incide en esta línea y asegura que “el trabajo de aula que se realiza en los primeros días es muy importante, en la medida que hay que evitar tensiones en el comienzo de curso. Después, es importante utilizar la gamificación y la improvisación como herramientas para que los alumnos se sientan bien. Estas dinámicas de grupo ayudan a conocer a los profesores y a cohesionar e integrar a los nuevos alumnos. Crea vínculos, no solo con los amigos, sino también con los compañeros”, apunta.
Juegos y dinámicas para reforzar la cohesión de grupo
Como ejemplo de estas dinámicas de cohesión de grupo tenemos la que realiza Carola con sus alumnos de 1º de Primaria, conocida con el nombre de “tela de araña”. En ella, “cada alumno se presenta a los demás y cede el testigo, en este caso la cuerda de la tela de araña, a otro compañero para que también se presente y así sucesivamente hasta que se han presentado todos, formando una completa tela de araña. Con ello, hemos trabajado en equipo y hemos reforzado la cohesión de grupo”, afirma Carola.
Remedios también nos explica su divertida actividad que describe así: “Reparto entre los alumnos unas tarjetas con preguntas al azar y cada uno de ellos elige una pareja. Se colocan cara a cara y responden de forma alternativa a las preguntas de la tarjeta. Una vez que han respondido se elogian y van rotando el número de puestos para que haya la máxima interacción entre ellos”, afirma Remedios, quien añade que “con esta actividad se favorece la expresión oral, el conocimiento personal y de los compañeros, favoreciendo así la cohesión del grupo y la convivencia, respetando las normas de interacción oral, el turno de palabra, los gestos adecuados, el agradecimiento y los elogios después de completar la información. Tras ello, valoramos cómo se ha sentido cada uno y para qué les ha servido”.
David también realiza una serie de juegos que se basan en “sentirse bien, trabajar en equipo, lograr un bloque para fortalecerlo con varias sesiones y crear un clima agradable pero con control en las conductas y, sobre todo, generar confianza para que ellos se sientan a gusto ante un nuevo reto que les viene por delante”, concluye Martí.
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