Vivimos en una sociedad en la que el culto al cuerpo cobra cada día más importancia. Son numerosos los sectores que “viven” de ello y, como suele ocurrir, la virtud está en el término medio, es decir, cuidemos de nuestro cuerpo para mejorar nuestra salud y sentirnos mejor, pero sin llegar a una obsesión que nos haga perder el control de la situación. Hábitos saludables siempre, con coherencia e información precisa para saber cómo alimentar óptimamente a nuestro cuerpo.
Bajo esta premisa, nuestro profesor de Educación Física de Secundaria, Jorge Miranda, ha tratado con sus alumnos una pequeña instrucción a la Nutrición, como segundo bloque de contenidos de la tercera evaluación del curso, tras desarrollar una unidad didáctica relacionada con el CrossFit. Y como es habitual, utilizando el inglés como idioma para seguir incrementando nuestras competencias en materia de bilingüismo.
“En los tiempos en los que vivimos, el culto al cuerpo, las dietas milagro, la abundancia de alimentos procesados y la poca conciencia e información que hay sobre los mencionados temas, son factores muy peligrosos para los jóvenes. Esto puede afectar negativamente a sus rutinas e incluso a su salud. De ahí que desde Educación Física hemos facilitado información muy sencilla para que nuestros alumnos de Secundaria comiencen a crear su propia percepción sobre este ámbito, les pique el gusanillo para investigar y profundizar en este tema”, manifiesta Jorge
¿Qué información revela una etiqueta nutricional?
Así, la actividad propuesta por Jorge ha consistido en una tarea teórica y práctica, basada en la lectura y comprensión de una etiqueta nutricional, con el fin de localizar información específica. Nuestro profesor de educación física pidió a sus alumnos seleccionar, en primer lugar, un alimento cuyo volumen de azúcar por cada 100 gramos fuera igual o inferior a 25 gramos (la OMS recomienda una ingesta diaria de azúcar inferior a 25 gramos).
Los alumnos pudieron dar su propio “toque” a la tarea eligiendo el tipo de alimento o bebida que quisieran y, expresándose en inglés, debían ofrecer la explicación necesaria e incluso comparar varios tipos de alimentos y el contenido de azúcar en cada uno de ellos.
“Cuando comencé a recibir los trabajos de las chicas y chicos no pude estar más orgulloso”, destaca Miranda, quien añade que, para su sorpresa, “muchos de ellos fueron aún más lejos de la tarea que les había pedido. Algunos compararon varios alimentos similares y diferenciaron el volumen de azúcar de ambos. Otros explicaron el por qué consideraban el producto seleccionado más o menos sano e incluso algunos contaron cuál era su desayuno rutinario y contabilizaron el azúcar de los productos usados.”.
Alimentos saludables para una vida y hábitos saludables
El objetivo que se pretendía con esta actividad de Nutrición era que nuestros alumnos de ESO fuesen autónomos para crear hábitos de vida saludable, conformar su propia opinión y, de algún modo, cuestionar la información que reciben. Obviamente, y a la vista de los resultados, el objetivo se ha cumplido con creces, tal y como podréis comprobar en el vídeo de más abajo.
“Sinceramente, creo que esta práctica ha tenido un impacto muy positivo en mis alumnos y les ha podido servir como una llamada para ser más conscientes de lo que comen y tratar así de mejorar sus hábitos y rutinas alimentarias”, recalca Jorge.
Una vez más, y pese a las dificultades y obstáculos que este período de cuarentena ha traído consigo, tanto a nivel de gestión y organización, como a nivel emocional, siempre es importante obtener lo mejor incluso de las peores situaciones. “Por ello, desde la materia de Educación Física, vi una oportunidad idónea para introducir diferentes contenidos que, normalmente, no cubriría en las clases presenciales debido a la naturaleza de los mismos”, concluye Jorge.
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